lunes, 9 de marzo de 2015

8 de marzo

Ser feminista significa, sencillamente, comprometerse con la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

Ser feminista es por tanto algo que concierne también a los hombres, como también los blancos -algunos blancos- se comprometieron décadas atrás en favor de los derechos civiles de los negros.

En ese camino, los hombres tendrán que renunciar a algunos privilegios heredados por el mero hecho de ser hombres, pero sin duda tienen también mucho que ganar: también ellos podrán desprenderse de unos modelos masculinos hegemónicos ligados a la agresividad, la violencia y el control; a la represión de emociones; al olvido de cuanto tiene que ver con el mundo de los cuidados.

Os invitamos a ver y escuchar la intervención de Emma Watson el pasado mes de septiembre en la sede de Naciones Unidas, en la que hace un llamamiento a los hombres para que se incorporen decididamente al movimiento feminista, a lo que hasta ahora ha sido una reivindicación dejada en manos de las mujeres, de algunas mujeres.


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