¡Y además de pasarse la vida esperando al Príncipe... tan desmejoradas, las pobres! Porque hay quien se ha molestado en mostrarnos cómo se verían las princesas Disney si tuvieran cinturas realistas...
La industria del cine se permite falsear no solo las proporciones razonables de las criaturas animadas, sino que retoca y retoca las de actrices de carne y hueso hasta hacerlas encajar en sus cánones de belleza. Afortunadamente, cada vez son más las actrices que dicen ¡basta!.
Keira Knightley ha denunciado una y otra vez el aumento de sus pechos con el Photoshop -y repite: "no soy menos mujer por tener poco pecho"-, y Kate Winslet la de kilos que le hacen perder a golpe de clic.
Lo más triste y preocupante es que son estas imágenes falseadas las que acaban por conformar nuestros ideales de belleza. Rebelémonos.
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