martes, 18 de noviembre de 2014

¿Qué significa enseñar a leer?

Arrancamos esta serie de entradas dedicadas a ofrecer documentos de referencia en relación con la enseñanza de la lectura con la propuesta elaborada por Luis Iza Donosorro. Aunque lleva por título El Plan de lectura en los centros de Infantil y Primaria, su utilidad para los docentes de secundaria es indudable.

El punto de partida es inequívoco: a leer nunca terminamos de aprender. "Pero la capacidad lectora no es uniforme, sino que se trata de una competencia asimétrica: un mismo individuo no tiene desarrolladas las mismas habilidades de lectura de diferentes tipos de texto, o en diferentes soportes, o en cuanto a distintos procesos lectores, por lo que desde un punto de vista didáctico es fundamental trabajar distintos tipos de textos, procesos de lectura y situaciones a distintos niveles, para prevenir lagunas de comprensión."

El desarrollo de la competencia lectora integra un montón de procesos entre los que la descodificación es solo el primer escalón: "La competencia lectora (reading literacy) incluye una compleja gama de conocimientos y destrezas. La lectura pone en acción múltiples procesos cognitivos y metacognitivos en los que intervienen la capacidad de razonamiento, la memoria y los conocimientos previos del lector. Aunque el aprendizaje del código se realiza con relativa rapidez, posteriormente es necesario un proceso asociativo lento que requiere una práctica intencionada y sistemática."

Dimensiones de la lectura. "La interacción entre un lector y un texto en un contexto determinado pone de manifiesto la relevancia de tres dimensiones de la lectura: las situaciones en que se produce en relación con la intención del autor y los propósitos de la  lectura, los diferentes tipos de texto y géneros textuales y los procesos de comprensión que posibilitan atribuir un sentido a lo leído. Además, en el acercamiento a la lectura son fundamentales la actitud del lector y los hábitos lectores."



1. El contexto: situaciones de lectura. Debemos proporcionar contextos que pongan en contacto a los estudiantes -como lectores y como escritores- con textos correspondientes a los distintos ámbitos: público, personal, profesional y educativo.

2. Tipos de textos y géneros textuales. Dentro de cada uno de estos ámbitos encontramos tipos de textos y géneros discursivos que responden a diferentes propósitos comunicativos. Desde cada área deberíamos enseñar a los estudiantes a manejarse de manera crecientemente autónoma con los géneros discursivos propios de la misma.

Los tipos de textos "incluyen tantos textos orales como escritos y son modelos teóricos con unas características lingüísticas y comunicativas determinadas, que pueden encontrarse en numerosas situaciones comunicativas. Son tipos de texto el narrativo, el descriptivo, el expositivo, el argumentativo, las instrucciones...".

Los géneros textuales "son las formas que adoptan los textos atendiendo a su función específica en la comunicación social. Son géneros textuales el cuento,  la novela, la carta, la noticia, el editorial, la receta...".

Para el desarrollo equilibrado de la lectura debe favorecerse el contacto con textos tanto continuos como discontinuos.



3. Los procesos lectores: "Aun reconociendo la extraordinaria complejidad que entraña la competencia lectora, desde el punto de vista didáctico conviene prestar atención a los distintos procesos lectores requeridos para garantizar la competencia lectora."



Os recomendamos vivísimamente leer, cuando menos, las páginas 1-24, en que se nos dan pistas acerca de cómo ayudar a desarrollar esas destrezas con intervenciones concretas en las aulas.  Lo deseable sería ir coordinando esfuerzos en los departamentos y en los equipos docentes a fin de planificar actividades complementarias y secuenciadas en cuanto al grado de complejidad de los textos ofrecidos y de las actividades requeridas.

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