Reconozco
que me gusta buscar en cada instrumento una particularidad que me
atraiga. Me sorprende la facilidad de la flauta para producir todo
tipo de melodías (algunas de endiablado virtuosismo); del piano me
impresiona su versatilidad: es capaz de ejecutar piezas que nos sumen
en la melancolía o nos inyectan de pasión arrebatadora. No dejan de
hechizarme la magia del clarinete, el brillo de la trompeta o la
profundidad solemne del violonchelo.
Pero
la guitarra…La guitarra me lleva a la infancia, cuando con nueve
años y un instrumento que abultaba más que yo, lograba sacarle los
primeros acordes, mis primeras piezas fáciles. La guitarra me lleva
a la adolescencia, los grupos de amigos, las canciones compartidas
entonces y más tarde, con algunos años más.
Tal
vez por eso encuentre su timbre dulce. Quizá porque basta acariciar
sus cuerdas para que suene…
LUNES:
LAURO, A. Vals venezolano.
MARTES:
PONCE, M. Scherzo mexicano.
MIÉRCOLES:
BARRIOS, A. Vals en sol menor.
JUEVES:
TÁRREGA, F. Gran Vals.
VIERNES:
BACH, J.S. Gavotta y Rondó
Publicado por Alicia Ramonet
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